Cuando describimos a una persona o personaje podemos señalar sus rasgos físicos (estatura, color de pelo, ojos, forma de boca...) y también sus rasgos psicológicos o forma de ser (valiente, amable...)
Si en la descripción de un personaje unimos ambos aspectos estamos haciendo un retrato.
Para enriquecer los retratos que realices:
· Los gustos y aficiones de los personajes.
· Muestra las reacciones del personaje (temor, alegría, duda...) ante lo que sucede.
· Introduce comparaciones (rápido como un rayo...), además de adornar tu escrito, permitirán imaginar mejor al personaje.
· Observar y seleccionar los rasgos más destacados de la persona, tanto físicos como de carácter.
· No acumular demasiados rasgos, sólo los más característicos.
· Describir los rasgos en orden. Primero los físicos y después las cualidades, la forma de actuar, etc.
· Presentar al personaje en una ambiente, para que cobre vida y sea más creíble.
· Elegir bien las palabras y utilizar recursos expresivos para dar viveza y fuerza a la descripción.
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