Al describir un paisaje o un lugar cualquiera, los escritores suelen presentar primero una visión general del lugar. Después van localizando en ese lugar los distintos elementos (los pueblos, los montes, el río...) utilizando palabras que indica situación en el espacio.
Antes de redactar, de escribir, debes ordenar tus ideas, es decir, saber por dónde vas a empezar, por dónde vas a seguir y cómo vas a terminar.
Al describir hay que situar los objetos en el espacio con precisión. Se usarán expresiones como a la derecha, delante de, junto a, al lado de, al fondo, detrás de, en el centro, en medio de, alrededor de...
Por último, procuran transmitir la impresión que produce el lugar: alegría, tristeza, misterio, terror...
Algunos adjetivos útiles para realizar descripciones de paisajes pueden ser:
Cielo:: azul, celeste, gris, nublado, oscuro, despejado, cubierto, luminoso...
Mar: azul, verdoso, tranquilo, alborotado, bravío, sereno, transparente, ondulado...
Casas: bajas, altas, amplias, pequeñas, modernas, antiguas...
Montes: bajos, elevados, redondeados, picudos, verdes, pardos, secos, áridos, poblados...
Árboles: altos, bajos, gruesos, delgados, corpulentos, frondosos, redondeados, alargados, secos...
Ciudades: bulliciosas, silenciosas, apacibles, desapacibles, tranquilas, ruidosas, agradables, desagradables, divertidas, aburridas, modernas, antiguas, históricas...
Campos: verdes, amarillos, oscuros, secos, áridos, fértiles, cultivados...
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